Entrando~ [Priv. Kiku]

Se le quedo viendo un momento a la cara. Luego le observo el cuerpo. Diox, se miraba tan bien con ese traje. Sus piernas largas y perfectamente formadas, bajo esas grandes caderas y su fina cintura. Con la cara angelical y muy joven. Ya sabia por que trabajaba ahí(?) Asintió a lo que le dijo y comenzó a seguirlo a donde sea que lo llevara~

-¿Que se puede hacer aquí?-Pregunto extrañado, observando varias cosas distintas y... Cuartos. Genial~

Se le quedó viendo a sus orbes esmeraldas detallando el rostro de aquel chico al cual con un breve asentimiento con su cabeza y una pequeña sonrisa afirmó a su pregunta-goshūjin-sama si eso lo que quiere, sera un placer- le contesto. Después de todo era algo obvio que el lo acompañaria ya que fue a él quien le toco recibirlo. Después de todo el rubio no conocía del lugar, sin perder más tiempo... -¿a donde desea ir goshūjin-sama?- actuando un tono tierno. A veces se preguntaba por que demonios se metió en esa segunda vida!(?)... Si, por un reto.

Sonrió y luego se le quedo viendo cuando el pregunto. Un sin fin de imágenes no apropiadas pasaron pro su mente con el japones. Teniendo muy en claro las salas especiales. Se llevo una mano a la barbilla. No quería quedar como un pervertido... Pero Kiku se miraba tan~ Ademas, nadie lo sabría.

-U-Un café estaría bien.-Se golpeo mentalmente. Eso no debió de haberlo dicho. El quería... Otro tipo de cosas... Tal vez podría pedírselo después.

Estaba aliviado en cierto punto por haber escuchado que quería un café, esperaba que fuera osado como los otros clientes que suelen visitar el establecimiento pero al parecer el rubio opto por esa opción que en cierta forma le gustaba, podía hablar con la persona un poco por lo que para su curiosidad podía también conocer un poco de ellas y entender la razón que los impulsaba a pisar dichoso lugar. Asintió tomandolo por el brazo para guiarlo al lugar y se sentaron en una mesa no si antes... -¿goshūjin-sama como desea el café?- pregunto con una pequeña sonrisa al oji esmeralda para ir a buscar el pedido el mismo y por supuesto atenderle como es debido.
Ahora la cuestión era de que hablaría con él, generalmente al principio de la conversación hace un esfuerzo por hablar debido a que acostumbra siempre estar callado y en el fondo se apenaba fácil.

No pudó evitar sentirse de alguna forma a otra extraño justo en el instante en que es le hablo y por como lo trato, pero no extraño de la forma negativa... solo que nadie había sido así con en él en ese lugar. No expreso nada en sus rostro solo lo miraba fijamente para finalmente sonreír de manera aprobante -en ese caso ya vuelvo goshūjin-sama-

Entró en la cocina preparando él mismo la taza para su cliente y la de el mismo por supuesto mientras que coloco ambas tazas en una bandeja y tomó el envase de porcelana en donde suele poner los terrones de azucar cuando ya preparó lo necesario. Suspiró antes de salir nuevamente y sentarse con él. Estaba calmado eso lo admitía y le gustaba no estar tenso como siempre.

-goshūjin-sama... - musito cuando se sentó otra vez con el rubio y le ofreció la taza con delicadeza y evidente amabilidad.

Le sonrió al otro, como el japonés le sonreía a él, cuando fue por su orden. Lo espero pacientemente ahí. Era muy... Tierno, por así decirlo. ¿Sería así siempre? Observo a otros clientes del lugar, hacían lo mismo que él. Suerte que todavía no anochecía o estaría lleno de franceses... Eso significa que alguien podría pedir al japonés para "eso". Se extrañó con ese miedo de posesividad que le invadió, pero sacudió la cabeza, mirando cómo se aproximaba el japonés.

-Gracias.-Le agradeció, tomando la taza entre sus manos. Mirando lo que era y.- ¿Té?-Pregunto extrañado, mirando al asiático.-Adoro el té.-Respondió, echándole dos terrones de azúcar al tuyo.- ¿Cuantos vas a querer?-Se ofreció a ponérselos el mismo.

Volvió con aquella bandeja y se había sentado junto al rubio otra vez quedándose impresionado por al saber que también gustaba el té. Le iba a traer café como a cualquier otro pero en el momento de que entro a la cocina recordó lo que este dijo de –Sorprende- aunque a la final el de ojos esmeraldas no fue el único sorprendido, dibujo otra sonrisa pequeña pero para su extrañeza era sincera –¿de verdad goshūjin-sama? A mi también me gusta el té- le comento mientras observaba como iba a ponerle terrones de azúcar al suyo y con respeto negó con la cabeza-ninguno, yo lo tomo así de todas formas… - pero que le sucedía en ese momento, simplemente por una vez tenía que aceptar sobre todo por que este se lo ofrecía…

-unos dos estaría bien goshūjin-sama – musito mientras bajaba la mirada pensativo y la subió de repento- etto… muchas gracias- y tomo la taza para probar el té mientras que su mirada se posaba en el chico ahora si detallando su rostro en silencio.

Se sorprendió, pero una sonrisa adorno su cara cuando supo del gusto del otro. Aunque, seguramente solo lo decía porque tenía que hacerlo. Para complacerlo. Apenas sacaba terrones cuando escucho lo del otro.- ¿Sin azúcar?-Pregunto extrañado, retirándose y tomando su propia taza.-Si no te gusta, no te pondré.-Le contesto cuando insistió por algo de azúcar. ¿Por qué?-Es raro que no te guste el té dulce, Kiku.-Dio un sorbo, mirando fijamente su taza. Luego alzo la vista y se topó con la de japonés. Lo examino una vez más…. Era tan lindo.

-Puedes decirme solo Arthur.-Ladeo al cabeza, feliz. O Asa-san~

Ante la sonrisa de este le parecio honesta por lo que se la devolvió pero la del japonés era algo tímida. Él mismo no lo sabía simplemente le nacío probar como sería el té dulce pero luego asintío y tomo su tazo sin ser endulzada-en japón estamos acostumbrados por lo menos mi familia a tomar el té de esa forma- explicó bebiendo un sorbo-ya es costumbre- sin despegar la mirada del otro y bajandola de repente, el otro lo observo en ese instante por lo que desvio la mirada además en que momento le dijo su nombre(?)

Se quedó pensativo, tenía entendido que debían llamarlos por 'amo' pero de todos modos era su cliente ese día -¿Asa-san entonces?--musito con una voz baja volviendolo a ver, sonrisa solo un poco aún y asintió afirmando de que lo haría. Observaba también a su alrededor notando que se acercaba el turno nocturno haciendolo arrugar el ceño pero se relajo, estaba acompañado por los momentos... -¿quién le recomendo el sitio Asa-san?- preguntó para sacar conversación, también por que sabía que era la primera vez de este en club y a apesar que apenas este abierto el rumor se esparcio como plaga.

El inglés asintió. También para él era costumbre beber té por sus raíces inglesas. Solo que endulzado. El té amargo sabía tan raro… Se encogió de hombros ligeramente.-Me incomoda un poco la palabra “amo”, pero… ¿Asa?-Rio ligeramente. Que rara forma de decir Arthur. Le gustaba (?)


Dio otro sorbo a su taza y luego volvió a ver al japonés. Se extrañó por la pregunta y alzo una ceja.-Mi hermana mayor. Dijo que había buenas…-La pensó un poco y decidió omitir el vocabulario con el que su hermano s había expresado. Tan vulgar.-… Personas para pasar el rato. Sí, eso.-Rio nerviosamente, dando otro sorbo.

Arque una ceja cuando noto la actitud de este. Era tan diferente al tipo de hombre e incluso mujeres a los que suele tratar en ese lugar que realmente no le gustaba, a ninguno de ellos aunque bueno cada uno tenía sus motivos... pero de verdad se sentía bien y con un peso menos atreviendose a pensar que de verdad disfrutaba de la presencia del joven de ojos esmeralda- Asa-san... dijo que le llamará por su nombre y eso hago- le respondio y sonrió un poco más ante la su ligera risa. De verdad estaba a gusto. Luego suspiro.

Mantuvo la taza suya entre sus manos observando el contenido y luego volvió a mirarle. No era tanto, sabe a lo que se referia y a lo que iba a decir y pese a eso se llevo otra sorpresa por la manera en que lo dijo, por lo que asintio-evidentemente es así Asa-san- por otra parte le gustaba no llamarle amo como a otros... bueno con el veía que todo es diferente al parecer. Siguio tomando de su té amarga, tenían algo en común al menos.

Suspiro. Al parecer, no podía decir Arthur, eso o usa un diminutivo muy raro. Se encogió de hombros y dejo de darle importancia.

Dio un sorbo, imitando al japonés.-E-Es un bonito lugar… Kiku.-Comento, viendo los alrededores.- ¿Te gusta trabajar aquí?-Le miro, a los ojos.-Me gusta el uniforme~ Te queda muy bien.-Dijo sin pensarlo realmente. Solo le nació decírselo.

Observaba el lugar con cierto desinterés en verdad, estaba más interesado en su cliente. Era su cliente después de todo pero le estaba atendiendo con sinceridad, no por obligación… eso lo intrigo un poco… de seguro era por que lo estaba tratando bien y eso era diferente, no le gustaba que lo trataran como un objeto. É l no lo era. Asintió ¿para qué negarlo? El maid club tenía su ambiente agradable…

Bajó su taza repentinamente. Nadie le había preguntado antes si le gustaba o no, admitía que aunque no intercambiara más que asuntos labores con su compañeros, por ellos se le hacía más fácil estar ahí -no me quejo en verdad Asa-san… solo que… -pero no pudo continuar explicando por lo que este se atrevió a decirle. No era extraño tal vez lo hacía para ‘atacar al Maid’ como ya se había oído hablar pero no… -Arigatou Asa-san- agradeció, bien si lo hacía Arthur pero por que lo apenaba ¿solo fue un cumplido no?

Se sorprendió con la sorpresa del otro. Apenas le oba a preguntar si le ocurría algo o estaba bien. Se hizo ligeramente para enfrente, por lo que le diría. Pero cambio de tema.

Un sonrojo apareció en sus mejillas, levemente. Tomo un sorbo para disimular.-D-De nada, Kiku.-Contesto simplemente. Luego bajo su taza.- ¿Qué me ibas a decir?-

Suspiro y volvió a mirarle-no tiene mucha importancia la verdad, ya estamos acostumbrados- le respondió directamente a los ojos. Era así, ya era uno costumbre para ellos, en ocasiones llegando a pensar sin tomar importancia a lo que si estaba bien o mal-cuando encuentras a personas agradables, el trabajo también se te hace agradable. Intercambio equivalente- le explicaba al mismo tiempo que no explicaba nada a la vez. Relajo la expresión seria que lo invadió en ese momento…

-muchos clientes se siempre buscan al mismo Maid, todo depende… - tomaba de a rato, no se había detenido a pensar en ese aspecto de lo muy requerido que se hacían sus compañeros y él mismo.

Suspiro, observando al japonés como hablaba. Se quedó quieto, con ganas de querer recargar su codo en la mesa y su cara en la mano mientras lo escuchaba hablar, y así fue. Observo cada una de las expresiones del otro conforme hablaba. Su rostro de preocupación era tan lindo. Se volvió a acomodar, acabándose su té.

-A mí también me gustaría pedirte todos los días…~-Musito, con la taza en los labios y viéndole con una sonrisa.

Su sonrojo se hizo evidente cuando le escucho, bajando la mirada nervioso por sus palabras. ¿Pero por que se ponía así? Ellos estaban acostumbrados a esas clases de palabras pero con el rubio era tan diferente. Subió su mirada, tomo aire por que hasta sintió que se le fue.
Termino de tomar el té y lo miro por un momento-es usted un buen cliente, Asa-san- soltó, pensativo aún ante la idea de la compañia del otro en sus labores.

Sonrió ampliamente. Aun cuando su mente le repetía que al japonés le pagaban para hacerlo sentir bien y puede que esas palabras se lo dijera a todos, pero que rayos, le hacían sentirse raro y cálido por dentro.

-G-Gracias, Kiku.-Musito apenado, agachando la vista. Estirándose un poco al otro lado de la mesa, hacia el japonés. Quedando tan cerca para… Tomar la tetera y acercársela al japonés antes de servirse.- ¿Quieres más?-Inquirió, educadamente.-Y tú eres un buen maid, Kiku.-